Pista 4: Sala III
En esta sala podemos contemplar todas las técnicas que se emplean en la decoración de las pieles. Debemos destacar dos: la técnica del guadamecí y la técnica del cordobán.
El guadamecí durante el Califato cordobés es la preferida para decorar las casas más importantes. Debido a su belleza y depuración en la técnica le hizo ser la más preciada por los reinos europeos.
Mientras que la técnica del cordobán, en este mismo periodo de tiempo, es la simple piel de cabra curtida que debido a unas características especiales que se dieron en nuestra zona geográfica alcanzó mayores cualidades que las curtidas en otros lugares. Pronto este cuero curtido fue muy reclamado por los diferentes reinos con un claro sentido de utilidad para el forraje de herramientas, mobiliario, vestimenta, etc. Tomando el nombre este cuero de la ciudad de origen para denominarse cordobán.
Ya desde la época Califal, nuestra ciudad se convierte en la mayor exportadora de cueros labrados y decorados, creándose posteriormente la marca de los Cueros de Córdoba.
La técnica del guadamecí se diferencia de la técnica del cordobán en que ésta primera tiene un claro sentido decorativo, y es el preferido por las clases sociales más altas debido a sus cualidades como son el refinamiento y la exclusividad. La técnica del guadamecí consiste en platear o dorar las pieles de carnero para posteriormente policromarlas y ferretearlas.
En otro sentido, la técnica del cordobán es la simple piel de cabra curtida sobre la que trabajamos una ornamentación que queda reflejada en su superficie a modo de relieve y que posteriormente se colorea.